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- Las religiones son como clubs, exclusivistas todas. Fomentan el concepto de los nuestros para que sepas a quién odiar. (Desmontando a Harry, 1997)

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lunes, 24 de mayo de 2010

Tic tac...

Tic tac, tic tac, tic tac... Ahí están ya, presionando, amenazando como una espada de Damocles sobre mi cabeza: las temidas vacaciones. Dentro de una semana me esperan quince días libres, completamente libres... y sin un plan decente para ocuparlas. Pero ya dije ahí atrás que la coyuntura me obligará a desarrollar un proyecto alternativo tal como ejercer de turista en mi propia ciudad, mazarme en el gim, preparar unas oposiciones (¡puaghhh...!) o alguna cosa igual de baratita. Y a esperar a que la ocasión para conocer algún otro rincón del mundo sea más propicia.

Mientras, otra cuenta atrás me mantiene en un sinvivir y con la camisa que no me llega al cuerpo. Esto es un suplicio... Hace unas pocas horas que finalizó Perdidos; como tenía que venir a trabajar, no me pude enganchar a la emisión especial que hizo Cuatro del evento a las seis y media de la mañana, y desde entonces ni me conecto a internet, ni contesto a llamadas de teléfono (o lo hago advirtiendo, en tono amenazante, que como oiga una sola palabra relacionada con la serie cuelgo sin ningún miramiento) ni leo mensajes que me llegan al móvil, que hay mucho cabrón suelto por ahí. Espero llegar sano y salvo en ese sentido a las tres de la tarde, hora en la que saldré del curro con los auriculares en las orejas, gafas de sol y directo al coche sin hablar con nadie; pararé en un supermercado cualquiera a comprar algo de comer y me dirigiré directamente a mi portátil para descargarme el 6x17 y 6x18 subtitulados, por supuesto entrando directamente en vagos.es y rezando para que ningún malnacido insensible haya colgado algún spoiler que me reviente la trama. Vía megaupload, con diez minutos serán suficientes. Luego, si todo va bien, veré esos dos últimos episodios de la mejor serie de los últimos años y entonces, sólo entonces, me conectaré al mundo para observar las reacciones. Que, me imagino y como ocurre siempre que se espera demasiado de una cosa, serán de decepción con el desenlace.

A mí me da igual: quiero disfrutar del momento aunque después me lleve un disgusto. Para una serie de televisión que consigue engancharme de verdad...

Tic tac, tic tac, tic tac... Venga, que queda poco...


2 comentarios:

Laura dijo...

Yo me he pasado cinco días de puente en casa, y no lo hago más. La próxima vez me busco lo que sea, aunque sea visitar la ciudad de al lado.
Debo ser la única persona que no ha visto esa serie...

ElDeMonteAlto dijo...

Lo que yo decía: aunque sea de turista en tu propia ciudad, pero algo hay que hacer, que el tiempo pasa muuuuy despacio...
En cuanto a Lost, tranqui, que sois legión; pero una vez enganchado, ya no hay vuelta atrás... Yo la echaré mucho de menos, desde luego!
¡Un saludo!