.

- Las religiones son como clubs, exclusivistas todas. Fomentan el concepto de los nuestros para que sepas a quién odiar. (Desmontando a Harry, 1997)

.

miércoles, 26 de mayo de 2010

¡Niño...!

- ¡Néstor! ¡Aquí!

- (...) Dios, cómo está esto. Ni que regalasen las cervezas...

- ¡Venga, hombre, no querrás tomarte algo en un antro vacío!, ¿eh? Si cuanta más gente más ambientillo... ¡Vamos, pídete una garimba!

- No, prefiero un café.

- Tú mismo. ¡Niño, un café! ¡Y para mí otra Estrella! ¿Americano, como siempre?

- Sí. Bueno, tú dirás...

- ¡Niño, que sea un americano! Joder, Néstor... Vamos a ver, ¿cuánto tiempo ha pasado ya?

- Vane, no me digas que me has llamado otra vez para ésto...

- ¡Coño, y para qué iba a llamarte entonces! Apenas haces vida social, ya ni vienes a jugar al pádel, en facebook ni apareces y ni siquiera bajas a jugar la partida... Néstor, ¡ya ha pasado mucho tiempo! ¡No puedes seguir así!

- Ya hemos hablado acerca de todo ésto, Vane. Sí que puedo seguir así, ¿quién dice lo contrario? ¿De dónde sacáis que uno no puede estar todo lo tranquilo que quiera...?

- ¡¡¿Cómo que tranquilo?!! Lo tuyo no es tranquilidad, Néstor, ¡es falta de sangre! ¡De un tiempo a esta parte vives como un zombie! Tienes una depresión de caballo lo llames como lo llames. ¿De verdad no te das cuenta que esto no es vida, Néstor? ¿Y de que todos te echamos de menos? Joder, con lo bien que nos lo pasábamos...

- Ya lo sé, Vane, ya lo sé, pero... en fin, ya te he dicho que ahora mismo necesito tranquilidad. Y que por muchas vueltas que le demos, la cosa no va a cambiar nada...

- ¡Niño! ¡¿Viene ese café o qué?! Mira que son lentos, a veces... Néstor, válgame el cielo, vas a conseguir desquiciarme con esta actitud tuya de ‘mira cómo sufro por culpa del desamor, qué desgraciadito soy’. ¿Voy a tener que soltarte todo el rollo ese de ‘hay más peces en el mar’ y chorradas parecidas que, por otra parte, son tan ciertas como que el sol sale cada mañana? No me jodas, por favor... Venga, tiene que haber algo que podamos hacer para animarte... Los demás saben que estoy tomando una cerveza... bueno, un café contigo y sabes que estamos dispuestos a hacer lo que sea, lo que sea para que tires para adelante.

- (...)

- Vamos, hombre, suéltate... No sabes la pena que me da verte así, Néstor...

- (Néstor pensando un instante y tomando una decisión). Está bien, Vane. Está bien. No quería decírtelo, pero recuerda que me has obligado... No puedo dejar de pensar en tí ni un instante, Vane. No puedo dejar de pensar en tí de esa manera. Estoy seguro de que no te habías dado cuenta de que yo...

- Vete a tomar por saco, Néstor. Sabía que saldrías con algo así para quitarme de encima, aunque no pensé que fueses tan retorcido. ¿Es que no eres capaz de tomártelo con...?


... (Néstor, muy veloz, le agarra suavemente por el cuello y atrae a Vane hacia sí, estampándole un intenso y apasionado beso en la boca)...


- ...(separándose de él con los ojos muy abiertos) Coño, Néstor...

- Te lo he dicho, Vane. No sólo soy desgraciadito, como ves...

- (...)

- Tranquila, Vane. No hace falta que le cuentes esto a nadie; será nuestro secreto, ¿vale? Pero ahora tendrás que ayudarme, y quitarme a los demás de encima... para que no me obliguen a contarles porqué vivo como un zombie, últimamente... ¿Lo harás?

- (...)

- Lo interpretaré como un sí. Y comprenderé que no quieras volver a verme. De verdad.

- (...levantándose del taburete y comenzando a alejarse) Néstor, yo...

- No pasa nada, de verdad.


Néstor sonríe mientras ve cómo se aleja su hermana. Lentamente saca un Chester y lo enciende tragando una profunda bocanada de humo, al tiempo que dirige su mirada con los ojos entrecerrados al camarero:


- Niño, a ver si viene ese café de una vez...

No hay comentarios: