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- Las religiones son como clubs, exclusivistas todas. Fomentan el concepto de los nuestros para que sepas a quién odiar. (Desmontando a Harry, 1997)

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sábado, 30 de enero de 2010

Veleidades

Es la comidilla del fin de semana: nos vamos a jubilar dos años más tarde. Zapatero recula (déficit público obliga) y ya nos entra el tembleque pensando en cotizaciones, porcentajes, etc etc. Todos mis compañeros de trabajo se pusieron ayer a hacer cábalas sobre cómo les afecta: que si el plazo de entrada en vigor les va a pillar antes de los 65, que si dos meses arriba o abajo... Por supuesto, lo único que les preocupa es su propia situación personal, vamos, que se acogen al aserto popular de que cada uno debe mirar por su culo. Sin embargo yo, que si pudiese me jubilaba mañana, fuesen cuales fuesen las consecuencias económicas de semejante dislate (que aún tengo 42...), no quiero verlo tan egocéntricamente. Seguro que no soy el único asalariado que piensa así, pero a mí me parece lo más lógico, siempre teniendo en cuenta que observo los toros tras la barrera. Por un lado la población envejece, la edad media subió en las últimas décadas una barbaridad, y llegamos más sanos a la parte más tardía de nuestras vidas; por otro, cada vez nos incorporamos más tarde al mercado laboral, y en situaciones más precarias. Así que, ¿quién va a cotizar para que cobremos la pensión de jubilación cuando me retire? ¿Los futbolistas? ¿Los directivos de grandes corporaciones? Niet. Tendremos que hacerlo nosotros, la clase media, de alguna forma. Como siempre, por otro lado: por el motivo que sea, cuando hay una crisis se aprieta en primer lugar el cinturón de los asalariados. Tampoco es que ahogue, pero ya empieza a tocar las narices que siempre sea así. Es la realidad, ocurre desde que existe la sociedad de consumo, así que no vale de nada quejarse. Así que lo más lógico parece una medida similar a ésto, la de retrasar la edad de jubilación. Aunque da una pereza el pensar en tener que trabajar con 67... Para continuar llevando la contraria a la mayoría de mis colegas, yo también creo que otra medida (muy impopular, ya lo sé) es la de no subir el sueldo a los sectores más improductivos. Léase, por supuesto, los funcionarios. Sin medias tintas: mientras dure la recesión, congelación. Ya están pagados de más (en general, que hay de todo en todos los lados), vista su productividad. Y no me cabe duda de que, aunque nadie esté dispuesto a asumir del todo el precio político que hay que pagar por ello, también habría que abaratar el despido, que no facilitarlo, para ser competitivos en el mercado laboral. Un ejemplo: un amigo mío me contó que conoce a alguien que encargó la reforma de una nave industrial a una empresa británica porque le salía más barato que si la obra la acometiese una empresa española. Y ojo: además, los ingleses les pidieron tener luz las 24 horas del día para trabajar contínuamente... Dudo que los hijos de la pérfida Albión sean más baratos, pero cuando hay que hacerse competitivos, no queda más remedio que adaptarse a los tiempos que corren. Todo esto lo pienso sinceramente, y de forma objetiva hasta donde puedo. Pero hay un problema: lo expresó Rajoy en voz alta recientemente, lo propuso Aznar mientras estaba en la oposición, y, en definitiva, parece extraído de un manual de aprendizaje de los cachorros de las Nuevas Juventudes de cualquier partido liberal europeo.


Ergo, ¿tendré que pedir que me den el carnet del PP? ¿A mí, que creía tener el corazón tan rojo como, por lo menos, Francisco Vázquez (ejem...)?

Será más bien la edad, que me hace ser más realista y olvidar aquellas veleidades intelectuales de ‘somos todos iguales’, ‘todos tenemos derecho a’ y fantasías similares de los años 80. Qué ingenuo era...

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