Mi hermano Miguel estuvo este pasado fin de semana en Londres. Sólo se trató una breve escapada aprovechando que Natalia tenía unos días libres, poco tiempo para desconectar del trajín de la vida diaria, desde luego, pero que sirve para tener entretenida a la parte de la memoria que se ocupa de los buenos recuerdos durante un tiempo. Estuve a punto de ir con ellos, pero entre que el vuelo de última hora salía muy caro y que tampoco me apetecía demasiado hacer de carabina, al final opté por no hacerlo; no sin cierto disgusto, claro. Y es que hay pocas cosas en esta vida que me gusten más que viajar. Empleo este verbo, viajar, en el más amplio sentido de la palabra: para mí significa divertirme conduciendo en coche por los alrededores de Coruña, descubriendo algún paseo por algún pueblo de la costa o del interior; también alejarme un poco más de mi ciudad, visitando cualquier ciudad gallega (me encanta Santiago, desde luego) llegando incluso, en ocasiones, al país vecino (me refiero a Portugal; también llegué en alguna ocasión a Francia, pero fue una frikada, una excepción); pero por supuesto también disfruto, y eso ya es el no va más para un viajero ocasional como yo, con los preparativos de un viaje más largo, en los que voy a pasar varios días fuera de casa y que requiere de cierta planificación. Entonces ya me siento casi, casi, feliz.
P.S. Teníamos iPod, iTouch, iBook, iPhone y ahora también iPad. Parece un buen cacharro (otro más de Apple), pero... ¿de verdad no hay más nombres? Yo confundo uno con otro. ¿Se van a rebautizar como iApple (pronunciado aiapol)? Anda que...
P.P.S. Algo pasa. Ruedan una escena porno en las inmediaciones de la Torre de Hércules, y nadie pone el grito en el cielo. O somos muy cachondos los coruñeses, o el morbo nos consume y lo único que estamos esperando con la baba colgando es a ver la peli. La baba, o lo que sea.
2 comentarios:
¿ Nuestra Torre de Hércules como símbolo Fálico ? Hombre Nito La Torre tenía su encanto cuando se podía subir en coche y aparcaban allí las parejas , se empañaban las ventanas y se magreaban el plan amateur . Otra cosa es rodar en plan profesional ,me parece una violación de tan bellos exteriores. Seguro que los protagonistas se corrieron de gusto contemplando el entorno .
Bueno, ya lo dice desde hace mucho tiempo nuestro amigo Jordi antes de jugar una partida de mus: "los voy a mandar a la Torre de un pirolazo". Las alusiones fálicas, como ves, ya tienen arraigo en nuestro entorno desde siempre... ;-)
¡Un abrazo!
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